Reapertura económica, medidas financieras, prevenir rebrote de la Covid-19, apoyo a empleos y Pymes, y “poner al pueblo en primer lugar”. Mientras, avanza una vacuna.

Hugo Guzmán. Periodista. 23/05/2020. Nadie duda del impacto que tuvo la Covid-19 en la República Popular China. A lo que fueron medidas urgentes y de una primera etapa para combatir la pandemia, ahora el país asiático pasó a una fase de atención a los asuntos de la economía, con un criterio, de acuerdo a lo dicho por el Presidente Xi Jinping, de “poner al pueblo en primer lugar” en medidas y tareas del control epidémico y de la reapertura económica.

En términos estratégicos, todo indica que los chinos no se detendrán en sus planes en múltiples áreas del desarrollo. Temas, por cierto, tratados en amplitud y profundidad en la tercera sesión del 13 Comité Nacional de la Conferencia Consultiva del Pueblo Chino y la del 13 Congreso Nacional del Pueblo, actividades denominadas como “las dos sesiones”, y que son claves en las discusiones y decisiones del Partido Comunista de China y del Parlamento chino (Asamblea Popular Nacional).

Al hablar en esas instancias, Xi Jinping estableció que lo prioritario es mejorar los mecanismos para prevenir un rebrote de la pandemia. “Estamos dispuestos a proteger la vida y salud de la gente a toda costa”, fue una premisa instalada.

En la línea de la multiplicidad de objetivos de la potencia asiática, el Presidente chino reiteró que el coronavirus tuvo un impacto en el desarrollo socioeconómico de China, pero al mismo tiempo generó nuevas oportunidades para el desarrollo del país.

Los análisis y medidas de salud, económicas, labores y sociales en la nación socialista, se producen precisamente cuando a través de la revista especializada The Lancet, se informó del avance importante de una vacuna contra la Covid-19 trabajada en China,  la primera de este tipo en alcanzar el ensayo clínico de fase uno, que mostró ser segura, bien tolerada y capaz de generar una respuesta inmune contra el virus en humanos.

Se reportó que el ensayo abierto en 108 adultos sanos demuestra efectos prometedores después de 28 días y los resultados finales serán evaluados en seis meses.

De acuerdo a The Lancet,  el profesor Wei Chen, del Instituto de Biotecnología de Pekín, estimó que “estos resultados representan un importante hito. La prueba demuestra que una sola dosis de la nueva vacuna del adenovirus tipo 5 vectorizada Covid-19 (Ad5-nCoV) produce anticuerpos específicos del virus y células T en 14 días, convirtiéndola en potencial candidata para investigación adicional”.

A meses de surgida la crisis sanitaria, con sus consecuencias económicas y sociales, China se decidió a entrar en otra fase, de acuerdo a los discursos públicos de sus dirigentes y a documentación sobre medidas y objetivos que se instalan en estas semanas en la potencia socialista.

Directrices y datos claves

Según información obtenida de fuentes chinas, se decidió la implementación de una “Directrices de Prevención y Control de Reapertura Económica y COVID-19 categorizadas para empresas e instituciones públicas en regiones de diferentes niveles de riesgo”, donde se establece que en las zonas de menor contagio de la población, deben reforzarse las actividades laborales y productivas. Al mismo tiempo, en las zonas de “riesgo medio y alto”, existe el doble objetivo de contener la enfermedad y avanzar en la reactivación económica de manera analizada y escalonada.

De acuerdo a cifras obtenidas, en 25 provincias de China el 80% de las empresas estaban activas, el 99% de las grandes empresas de todo el país trabajaban con un 94% de sus empleados en labores. El 99% de empresas del sector público estaban laborando, al mes de abril, y el 84% de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) habían reanudado la producción y operación.  Una encuesta de 8 mil 200 empresas con fondos externos, mostró que el 76.6% estaban operando a más del 70% de su capacidad ya en abril. Datos que indican la manera en que la nación socialista se está reactivando, llegando mayo.

Según documentos de organismos chinos, se establecieron una serie de medidas precisas para continuar la batalla contra la Covid-19 y al mismo tiempo reactivar la economía, revitalizar la actividad productiva y laboral, cumplir objetivos económicos y continuar las políticas públicas que son clave para la población de la potencia asiática.

Entre las medidas y objetivos está precisar la realidad por condados y regiones respecto a la pandemia; de acuerdo a eso, continuar y adoptar medidas, considerando la reapertura económica; aplicación coordinada del “Código de Salud”, que tiene un carácter nacional, unificado; estrictas medidas sanitarias para el reinicio de toda actividad, con uso de implementos de protección, toma de temperatura, y prohibición de integración a actividades de personas con síntomas; “gestión intensificada en lugares de trabajo y restaurantes”, con desinfección de productos y medidas sanitarias de los lugares, mantenimiento de distancia social y horarios escalonados.

Medidas financieras

En el ámbito financiero se tomaron resoluciones como emitir bonos especiales del Tesoro destinados a gastos-respuesta a la pandemia, considerando la afectación de cientos de millones de habitantes en todas las regiones de China.

También hubo “ampliación de bonos especiales del gobierno para reforzar el apoyo financiero para operaciones a nivel de base” y apoyar proyectos.

Otra medida, que tiene impacto en las empresas pero también en las personas, fue “incluir recortes en el coeficiente de reserva requerido” y en las tasas de interés y préstamos para mantener liquidez.

En estos meses, desde el gobierno y en las medidas económicas, tuvieron una prioridad las Pymes y las condiciones de préstamos, liquidez y continuar en operaciones.

De acuerdo a la documentación disponible, en China en estas semanas se redobló el apoyo, la reactivación y el reforzamiento de sectores como la industria, “empresas vulnerables” (un concepto aplicado en el país asiático en este periodo), el transporte, el turismo, la industria hotelera.

En el contexto actual, los sectores estatal y privado, dieron cuenta de situaciones de pérdidas financieras y económicas, bajas productivas, desaceleración económica y hacia eso apuntaron muchas de las medidas y tareas asumidas.

En ello, varios esfuerzos fueron canalizados a la protección del empleo y del salario. “Estabilizar empleos existentes y crear nuevas oportunidades de trabajo”, incorporar el “trabajo flexible”, ver la forma de reactivar negocios independientes y planificar una adecuada respuesta en materia tributaria, exención de contribuciones y seguridad social, son situaciones que se abordaron en esta etapa.

Prevenir rebrote

Es coherente pensar que la reapertura económica china, las medidas financieras, de protección del empleo y revitalización industrial y de negocios, pasa por mantener políticas preventivas y de combate al coronavirus, sobre todo evitando nuevas crisis en regiones y el conjunto del país.

Es así que, de acuerdo a las fuentes consultadas, se estableció un número de tareas que consideran, entre otras, la prevención del resurgimiento epidémico, medidas específicas en regiones y grupos específicos, “detección a través de pruebas de ácido nucleico, orientación en escuelas y universidades, optimización de la atención a pacientes, reforzamiento de controles sanitarios, continuidad en zonas establecidas de cuarentenas, entre otras.

Medidas, tareas, proyectos, objetivos que surgen en China con el golpe de la pandemia y la necesidad, como en otras naciones del planeta, de no detener la marcha de la economía con un criterio de bienestar social de la población. Sin dejar de mencionar que este año es relevante para la República Popular China en la concreción de los planes para lo que se denomina “la construcción de una China moderadamente próspera”, con sus mil 395 millones de habitantes.

Foto: Xinhua